EL CUERPO ES SABIO Y TE HABLA

ME DUELE LA GARGANTA – Mi garganta se cierra por el dolor y la tristeza, entonces cantaré con alegría, entonando notas que alegren mi corazón y devuelva vitalidad y energía a mis días. Desahoga, habla y expresa lo que estás reteniendo, liberarás toda la carga emocional y tu garganta descansará.
ME DUELE EL PECHO – El pecho a veces duele por desamor o decepciones; abrázate fuerte y decide aceptarte y amarme cada vez más, recuerdas que eres lo más importante y que estarás hasta el último instante de esta vida contigo misma. Date un abrazo y di que no estás sola, que te tienes a tí, que te amas. También puedes verte al espejo y decirte lo mismo.
ME DUELEN LOS OÍDOS – Los oídos duelen porque no escuchan palabras de amor hacia ti o porque lo que escuchas diario te está lastimando, entonces escuchó de mi propia voz los pequeños o grandes logros que tengo, lo mucho que me amo y que si resulto incomprendida o criticada por otras personas escuchó la voz de mi alma y vuelvo a mi propia escencia.
ME DUELE EL ESTOMAGO – El estrés, las preocupaciones, los nervios. Qué te aflige tanto? De qué estás al pendiente todo el día? En que ocupas tu mente? Cuando esto sucede, me nutro de las cosas más saludables, busco darme simplemente lo mejor, relajarme de lo que pasa a mi alrededor y no cargar con cosas que no me corresponden y dejo de meterme en asuntos ajenos. No estés al pendiente de la vida de todos los que te rodean y disfruta más.
ME DUELEN LAS RODILLAS – El orgullo. Sostienes rencor, sostienes emociones negativas pasadas de la gente pero más de papá y mamá.. Quizá de rechazo.. De falta de amor y apoyo. Deja el orgullo y aprende a perdonar… “me inclino de todo corazón desde la humildad, la gratitud, la fe y esperanza poniendo todo mi amor y pensamiento en Dios.
ME DUELE LA ESPALDA – Mi espalda se cansa por ello reposa, descansa, deja de estresarte, libérate de juicios o críticas de terceras personas y a pesar de los errores camina erguida y con la frente en alto. Rodéate de personas que te aman y valoran, siempre las hay.
ME DUELEN LOS PIES – Haz un alto en tu vida y descansa, aquiétate y llénate de silencio en donde encontraras cada una de las respuestas mientras que tus pies se refrescan y toman energía para proseguir una vez más el camino. Relájate, despéjate, medita. No busques a nadie, solo descansa y duerme todo lo que necesites.